Jacarandá nocturno
Te invito a ejercitar el espíritu poético. No se trata de escribir un gran poema, alcanza con que te bajes del auto (no es necesario que esté en marcha) para fotografiar las flores y las hojas que cobijan estrellitas entre las ramas. Hay vecinos hablando en la vereda y te están mirando. No importa, hacelo igual.
Mariel Mitidieri